He ido dejando el alma en cada boca,
susurros adormeciendo el aire
y ese vuelo de gaviota que se prende en los ojos
cuando la emoción llueve.
He acariciado la palabra de los otros,
abrazado distancias entre versos
y dormido en las márgenes del agua el amor
mientras vuestros labios cantaban.
He compartido abrazos, caricias,
horas robadas al sueño
y he descubierto donde acaba lo imposible
para abrir las puertas del tiempo.
He caminado con vosotros, aplaudido vuestras voces
y he dejado escapar suspiros pendencieros
cuando la emoción se acerca.
He acariciado el misterio de la vida una vez más
y he desmenuzado secretos, arrebatado recuerdos
mientras el sol llegaba desde lejos.
Hoy me sobran las palabras
están hablando mis manos mientras escribo,
mientras hablo con mi interior y le cuento
como y cuanto compartimos.
No sé como daros las gracias,
ni se cuanto he vivido, sólo sé que mi corazón
viajo hasta vosotros para quedarse, para abrazar la alegría.
Hoy desmenuzo los recuerdos,
agudizo los sentidos, oigo vuestras risas,
siento vuestras miradas prendidas en la mía
y oigo al viento que me dice mañana esteras con ellos
en Extremadura.
Os quiero mis queridos cómplices en la poesía
y en tantas horas de dicha.
Alma, Aterio, Carmen, Carmiña, José Antonio, Rocío,
y los sufridos cónyuges, PEPE Y PACO y a cuantos nos acopañaron
en el recital que fue inmenso.
A todos gracias por ser como sois y por vuestro inmenso cariño
que tanto bien me hizo.
Os quiero mucho
Besos a miles.
Carmen
